Soy padre de tres hijos en diferentes edades y etapas, siempre me pregunto si mi papel como padre es el correcto, hay muchos aspectos a tomar en cuenta en el cuidado de estas personitas a quienes amamos tanto y su alimentación es fundamental para ellos, recuerdo tiempo atrás cuando no tenía conciencia sobre este tema de vital y en los momentos en que me tocaba cuidarlos buscaba la manera más fácil para mí de alimentarlos, básicamente comida que se prepara rápidamente en microondas o algún tipo de cereal de esos que hacen que la leche cambie a colores casi fluorescentes, para mí esto era suficiente, a ellos les gustaba y todos quedábamos felices.
Siempre he trabajado en la industria farmacéutica y en una oportunidad tuve que trabajar un proyecto enfocado a la desnutrición en Guatemala tema álgido y de mucha tristeza, tuve la oportunidad de internarme un tiempo en una aldea muy lejana en el departamento de Zacapa en donde solo se podía llegar caminando durante cuatro horas, el problema de desnutrición era crítico y con nuestro equipo estábamos realizando jornadas de desparasitación a las personas de esta aldea.
Por el tiempo que estuve ahí conviviendo con las personas de la aldea pude empezar a observar desde otra perspectiva el comportamiento en el tema alimentario y para mi sorpresa no distaba mucho de la idea que yo tenía de la alimentación de mis hijos, básicamente los padres de esta aldea también estaban buscando maneras fáciles de alimentar a sus hijos proveyéndolos de los productos que llegaban a la única tienda del lugar, (comida chatarra y aguas gaseosas).
Creo que darme cuenta de esto me hizo reflexionar en mi actuar y el de estos padres, lo cual no lo considere más que ignorancia, en ambos casos en el mío por facilidad y en el de ellos de la misma manera, entiendo que en situaciones muy diferente pero el trasfondo es el mismo.
Tomar conciencia de este aspecto me hizo reflexionar como padre y definitivamente hacer un cambio en el estilo de alimentación mío y de mi familia, un cambio drástico difícil tanto para mí como para mis hijos pero al final lo logramos, ahora tenemos una alimentación basada en muchos vegetales, fibras y proteínas muy pocas raciones de comidas en la calle o comidas chatarras y el resultado después de tres años ha sido de mucha satisfacción, ya que he visto el cambio en el desarrollo de mis hijos ahora tienen más energía y su salud en general ha mejorado enormemente.
Entiendo lo difícil que es hacer el cambio e incluir una dieta saludable más con la velocidad en que estamos llevando la vida actual, por lo que recomiendo suplementarlos con productos que contengan vitaminas y minerales y de esta manera complementar los requerimientos diarios de nutrición que necesitan.
Quiero despedirme esperando que esta pequeña experiencia pueda ser de utilidad en el cuidado de sus hijos, así como dice un dicho “Somos de lo que comemos”